martes, 8 de julio de 2008

duadasYalma


Cuando la duda llega al corazón…

Resulta ser que cuando uno interpreta un personaje en una obra de teatro se compenetra y vive las situaciones hasta llega a sentir ser otra persona. Cuando uno mira una película o una serie se compenetra tanto con los personajes, que luego al cruzar a los intérpretes en la calle, en el caso de que sean heroínas los aman y si son villanos los odian…
En una escena improvisada teatral que consistía en una pareja de amantes… Situación amorosa, adonde los dos tiene que acercarse como pareja, imaginen… ¿qué le pasó a la actriz?... En un momento el actor le encaja un beso y ella se queda helada, pero ya no estaba pensado en el personaje, sino en lo que le pasaba a ella. Esta persona comenzó a cuestionarse si lo que le pasaba era confusión con el personaje o era su corazón que latía más fuerte. A esto se le suma que yo como espectadora sabía que el tipo que estaba en la improvisación es medio encarador y que no le importaba nada, asíque con tal de encararse a una mina y darle unos cuantos besos,… Luego sacamos colusiones de la vergüenza al contacto con la otra persona que le había surgido en la improvisación a la mujer. ¿Y quieren saber más?... Esta mujer era lesbiana, pero… ¿qué pasó?, ¿sintió algo por su compañero?... Nunca había sentido eso por un hombre… Y todo por un personaje…
No se como terminará esta historia, yo solo espero que mi compañera aproveche… Aparte la vida tiene tantas vueltas, que quizá encontró su media naranja adecuada… Mmm… Cuando tenga más novedades les cuento mis queridos lectores… ¿Cambiará de parecer tan solo por haberse mimetizado tanto en una improvisación?....
Por mi parte, el personaje que me tocó interpretar en la obra es una prosti en un cabaret… Veremos como me mimetizo para poder interpretar una verdadera perra cabaretera.

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